Te quedarás conmigo.
Tu paso es el eco
de la eternidad.
Las comisuras
de tus labios encierran,
de la una a la otra,
el principio y el fin
de los tiempos.
Categoría: poema
Tu sonrisa
Me gusta mucho tu sonrisa.
Un rato pensándolo llevo
y soy incapaz de callármelo;
inútil, quedármelo dentro.
Me gusta mucho tu sonrisa.
En realidad, tu boca entera:
cuando sonríe,
cuando está seria.
Como la tierra
Joder, sí: es hermosa.
Me mira, se ha fijado
en mí. Es húmeda
como la tierra.
Su breve amiga
incorpórea, acostumbrada
a llevarse siempre los cumplidos,
sonríe.
Me mira ella,
con esos ojos suyos
como de tierra.
Joder, sí: es hermosa.
No le he hablado aún
y no quiero
perderla.
Duermo en un coche
Well, I live in a car.
Yeah, I live in a car.
U.K. Subs.
Duermo en un coche
varado al pie
de la montaña,
cerca del cauce
del río seco;
tan apartado que
solo la pasma
merodea por allí;
y a veces los tipos
que quisieron quemarme.
Vamos. Guardo
un radiocasete
bajo las mantas,
guardo vino, tabaco,
unas cintas de Eskorbuto
y algo más suave.
Ven. Llevemos
algo de comer;
y no te importe
ese ligero olor
a vómito.
En mi poemario Ataques de fe también encontrarás poemas como este.
“I live in a car” del grupo punk U.K. Subs es una canción que siempre me atrajo de una forma especial.
En tantas ocasiones me sentí tan apartado que hilvanar la metáfora ha sido, más que un ejercicio, un automatismo.
Americana
Todo en ella es redondo,
su cara, los pliegues
de sus labios...
Su pensamiento es redondo,
ondulante, apetitoso,
poético.
Siempre llega a mí en forma de ondas
su caminar. Y su pecho es
redondo.
Sí, la belleza es un círculo;
y en ella todo es perfecto.